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Gaza, el periodismo se pone a prueba | Artículo por David Ordaz Naturaleza Aristegui

La cobertura mediática en medios tradicionales y digitales es fundamental para comprender los antecedentes y el desarrollo de los acontecimientos violentos y es la principal fuente de información sobre víctimas y daños.

  • Redacción AN / ARF
03 Nov, 2025 08:04
Gaza, el periodismo se pone a prueba | Artículo por David Ordaz
Foto: Reuters

Por: David Ordaz

Hace unos días se dio a conocer que más de 300 escritores e intelectuales, incluidos 150 exredactores del New York Times, anunciaron un boicot a la sección de opinión del periódico en protesta por su cobertura sesgada de la guerra israelí contra los palestinos en la Franja de Gaza.

De acuerdo con el sitio web Al-Araby Al-Jadeed, el boicot se produjo como parte de una declaración colectiva titulada: “El genocidio no es un punto de vista”, donde los firmantes señalaron la complicidad de los medios y el sesgo institucional contra el pueblo palestino.

Dicha declaración refiere que el influyente diario contribuye a justificar el “genocidio” al publicar información engañosa y obstruir la cobertura imparcial de los acontecimientos, por lo cual, establecieron tres condiciones para reanudar sus colaboraciones:

– Realizar una revisión exhaustiva de la discriminación contra los palestinos
– Retirar una controvertida investigación sobre acusaciones de agresión sexual
– Solicitar que se difunda la imposición de un embargo de armas a Israel

Este movimiento resurge lo ocurrido en 2023 cuando el periódico fue señalado por realizar una cobertura deficiente de los sucesos en Irak en 2003 y su incapacidad para abordar cuestiones humanitarias con objetividad.

Cabe recordar que precisamente en octubre de 2023, el New York Times publicó el titular: ‘Un ataque aéreo israelí mató a 500 personas en un hospital de Gaza, dicen palestinos’, que provocó disturbios en Medio Oriente y obligó al rey Abdullah de Jordania a cancelar una cumbre crítica en Ammán con el entonces presidente Joe Biden y donde también estarían, el presidente de Egipto, Abdel Fattah Sisi y el líder palestino Mahmoud Abbas.

Días después se reveló que el titular era falso. El impacto se debió a un cohete fallido, no una bomba israelí, disparado por la Jihad Islámica Palestina, no por la Fuerza Aérea Israelí, que cayó en el estacionamiento del hospital Ahli, no en el hospital en sí, matando a 50–100 palestinos, no a 500, y el Ministerio de Salud controlado por Hamás fue la fuente, no los ‘palestinos’., o sea, cinco errores en un titular.

En consecuencia, el Times tuvo que publicar una corrección: ‘un artículo del miércoles sobre cientos de personas muertas en una explosión en un complejo hospitalario en Gaza describió incorrectamente un vídeo filmado por una mujer en el hospital después de la explosión. El hospital en sí no quedó en ruinas; su estacionamiento resultó más dañado por la explosión’.

Otro de los elementos clave en el tema Gaza son las cifras de víctimas. Durante la presidencia de Joe Biden, este dijo en un discurso: ‘no se pueden tener otros 30.000 palestinos muertos como consecuencia de perseguir a Hamás’, mientras que la vicepresidenta Kamala Harris expresó ‘serias preocupaciones’ por las víctimas, lo que impulsó declaraciones críticas de otros líderes como Rishi Sunak de Reino Unido o el español Pedro Sánchez. Lo cierto es que el número de muertos despertó muchos debates en el Consejo de Seguridad de la ONU y afectó las decisiones de los tribunales internacionales de la ONU en La Haya.
Es cierto y hasta obvio que en México tenemos un consumo de información primordialmente occidental donde los medios estadounidenses se han erigido como los líderes de la libertad de expresión, sin embargo, esta prensa también ha sido citada a menudo por revelar cifras de víctimas proporcionadas por Hamás sin revelar fuentes ni cuestionar los datos.

Usar a Hamas como fuente periodística conlleva un cuestionamiento ya de origen, pues nunca se ha distinguido por manejar cifras claras, especialmente cuando habla de mujeres y niños o sin distingo entre combatientes y civiles, ni entre bajas por fuego y cohetes fallidos. Lo que si se sabe es que en esta guerra se han utilizado a civiles como escudos humanos.

En su línea editorial, el NYT aún defiende la idea de separar entre los periodistas que escriben noticias y los que hacen opinión. Para muchos es un gran acierto y para otros es aferrarse a una idea de la vieja forma de hacer periodismo. Lo malo de esta práctica ocurre cuando el diario ofrece una serie de opiniones, pero algunas de ellas presentadas como noticias, llevando al lector a crear una idea parcial de algún hecho, en este caso de la guerra en Gaza.

La forma en que los medios de comunicación presentan las guerras y/o conflictos armados, así como operaciones militares, no solo influye en los líderes de los países, en autoridades, legisladores, ONG´s y en la opinión pública. Es por ello que su cobertura periodística, incuso puede determinar el resultado de la misma guerra casi tanto como las victorias en el campo de batalla.

La cobertura mediática en medios tradicionales y digitales es fundamental para comprender los antecedentes y el desarrollo de los acontecimientos violentos y es la principal fuente de información sobre víctimas y daños. Esta y otras guerras en el mundo están poniendo a prueba la responsabilidad del periodismo.

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